If the child is not learning the way you are teaching, then you must teach in the way the child learns Rita Dunn

viernes, 29 de octubre de 2010

La enseñanza de inglés o el secreto encanto de confundir al que aprende.








Ya no se trata de métodos o sistemas, eso quedó en el pasado pisado, o en el simple past, como prefieran llamarlo. Apelemos solamente al sentido común e intentemos hacer un análisis de los diversos e increíbles modos en que se "enseña" inglés. Y ya nos encontramos con el primer problema:
¿Se puede enseñar un idioma? ¿Puede un profesor con los conocimientos de la lengua transmitir el idioma como se pensaba tradicionalmente? ¿Se trata sólo de un buen método?
Las nuevas corrientes pedagógicas fundamentadas en respetadas investigaciones de orden nacional e internacional nos indican que el aprendizaje de una lengua es un creativo proceso de construcción en el que los saberes previos y la exposición al idioma completo, real y natural juegan un papel central.
Que quiere decir "exposición al idioma completo, real y natural"
Significa que al ver el cuadro completo, el que aprende va construyendo creativamente el idioma basándose en hipótesis sobre su funcionalidad y aplicación con la adecuada intervención de un docente que entiende este mismísimo proceso. Al igual que en el armado de un rompecabezas, apoyándose en saberes previos y en la visión completa del objetivo a lograr el que aprende llega a destino.
La siguiente pregunta sería que ocurre cuando no se muestra ni expone el idioma en forma natural y completa?
Este es el caso de la mayoría de los programas de colegios primarios y secundarios donde se desarrollan cursos centrados exclusivamente en el uso de la gramática fuera de contexto. Estos programas se basan precisamente en la teoría opuesta a la que se menciona arriba: o sea, se desarma bien el idioma, se lo aprende en pedazos lógicos, se entrega todo procesado al alumno así no tiene que construir sus propias hipótesis, sin dejarlo disfrutar del hermoso y creativo proceso de aprender. Esto es muy fácil de corroborar al ver los libros de texto que estos colegios utilizan donde los temas, diálogos e historias que se tratan son artificialmente armados para responder a la aplicación de una determinada estructura gramatical. Se habla en presente hasta que un día aparece el pasado y así sucesivamente se van agregando los ingredientes ya procesados por otro y no por el interesado.
Resultado: el alumno aprende gramática, pasa exámenes internacionales escritos, hace complejos ejercicios de verbos etc., etc., pero apenas puede hablar el idioma y en muchos casos su frustración acaba por desanimarlo.
Lamentablemente, durante muchos años, con el afán de simplificar la enseñanza del idioma se ha terminado confundiendo al que aprende al obligarlo a transitar un camino mucho más difícil y entramado que el natural y lógico. Para graficarlo mejor sería como si en nuestro propio idioma nos fueran enseñando en trozos, hablándonos siempre en un mismo tiempo de verbo y con la intencionalidad de que aprendamos las partes en vez de dejarnos escuchar el idioma tal cual es, equivocarnos al expresarnos y eventualmente comenzar a comunicarnos correctamente.
Esto por supuesto, no significa exponer al alumno del primer nivel a escuchar a la CNN o a mirar una película sin herramienta alguna. Esto también generaría un alto nivel de frustración. ¿Entonces como?
Se trata de crear situaciones de aprendizaje contextualizadas que tengan sentido y propósito para el alumno. La literatura se convierte así en el vehículo ideal para la aplicación de proyectos y unidades didácticas coherentes y conectadas con la vida real del alumno. Dichos proyectos guiados por las propias inquietudes de los alumnos que a su vez generan conflictos y discusiones de interés y nuevas preguntas, se convierten en interesantes herramientas para el aprendizaje. Se apela pues, a la utilización de estrategias de razonamiento sofisticadas donde el alumno debe pensar, resolver problemas, y desarrollar su capacidad intelectual que lo llevan más allá del aprendizaje del idioma. Se trata de aprender el idioma, aprender a cerca del idioma y aprender a través del idioma. Quizá suene demasiado ambicioso para algunos. Es obviamente más simple dar una clase pensando (aunque la evidencia en contra sea devastadora) que se aprende por transmisión, que todos aprenden al mismo tiempo y del mismo modo, y que una vez que se aprende la gramática se tienen todos los ingredientes para cocinar la torta. Es precisamente cuando existe una incógnita o problema a resolver, cuando no entendemos y nos faltan ingredientes que se constituye el gran desafío del pensamiento creativo. Quizá ya sea hora de dejar de temer y subestimar la increíble capacidad intelectual humana de construir conocimientos y adquirir destrezas.

Lic.Marta Braylan
Psicóloga Educacional-Asesora Pedagógica de Inglés.

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